Logró la fama gracias a la Izzie de Anatomía de Grey, y desde entonces también se ha asentado en el cine. Ahora Katherine Heigl estrena Como la vida misma, una comedia romántica en la que encarna a una joven soltera e independiente que, tras morir su mejor amiga, tiene que cuidar de un bebé.
¿Por qué esta película? Me encantó la historia. Era una comedia, pero hablaba de una manera muy real de una tragedia. Me gusta el viaje emocional que plantea y cómo contempla lo que cambia la vida al cuidar a un bebé.
Es, además, la productora. Fue una gran experiencia: tienes que tomar más decisiones y pensar aún más en el público. Si estás contenta con el resultado, el orgullo es doble.
¿Recibe buenos guiones? En los últimos cinco años me han llegado muy buenas historias. Sigue habiendo mucho talento en Hollywood, no es tan difícil encontrar papeles fantásticos. Por eso produzco, porque quiero que esos buenos trabajos puedan ver la luz.
Parece muy contenta... ¡Claro que sí! Tanto que quiero involucrarme más en la industria. Llevo actuando veinte años, y me encanta, pero quiero ampliar horizontes. También por eso me gusta la producción: por tomar más decisiones fundamentales.
Veinte años actuando: ¿Cómo empezó todo? Comenzó por azar: nadie en mi familia tenía ninguna experiencia en el mundo del espectáculo, pero la casualidad me llevó a trabajar de modelo cuando tenía 11 años. Ya entonces me sentí afortunada, pero me interesó más la actuación y, con 20 años, me mudé a Los Ángeles para lograr ser actriz. Nunca llegué a soñar con protagonizar películas ni con ser una estrella como Julia Roberts: simplemente me conformaba con algún papelillo.
¿Qué ha sido lo peor en estos veinte años de carrera? Hay algo que cuesta mucho, sobre todo al principio: cuando estás buscando trabajo, haces audiciones y te rechazan. Ahí tienes que aprender a no hundirte. Saber que a quien están rechazando no es a ti, sino tu trabajo. Es algo que cuesta diferenciar, sobre todo cuando ocurre a diario: vas excitada a las pruebas, te ilusionas y, de pronto, te dicen que no. Hay que saber acostumbrarse.
¿Cuesta más ser respetada como actriz tras ser modelo? No lo sé... En ambos mundos hay mucha competencia, incluso si empiezas como modelo infantil. La clave es la misma en los dos sitios: luchar, aguantar, no perder la fe en uno mismo y, finalmente, esperar tu oportunidad.
Es madre de una niña: ¿Cómo lo compagina con todo esto? Es difícil, pero puede hacerse. Yo misma lo elegí: me fascina mi trabajo, pero aún más mi hija. Ser madre, además, me ha enseñado a ser más paciente y a saber que las épocas con menos trabajo también pueden ser estupendas.
En esta película, además, tiene que cambiar pañales... Sí, y fue curioso: el bebé de la película y mi hija tenían la misma edad. ¡No fue fácil sentir que pasaba más tiempo y mimaba más a la niña de la película que a mi propia hija!
BIO: Nació en Washington, EE UU, en 1978. Optó a los Globos de Oro por Anatomía de Grey y a varios premios internacionales por Lío embarazoso.
Vía: 20 Minutos
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