Oskar Schindler salvó a 1.100 judíos de la masacre nazi. En 1993 Steven Spielberg recogió su hazaña en la famosa película La lista de Schindler. El pasado sábado, Leon Leyson, el más joven y último superviviente de esa lista, ha muerto en California a los 83 años de edad, tras una larga lucha contra el cáncer.
Leyson tenía tan solo 13 años cuando el empresario alemán le incluyó entre sus trabajadores, lo que evitó que lo matasen en un campo de concentración, y estaba tan débil que Schindler duplicó sus raciones de comida. El número 289 de la lista, el "pequeño Leyson" para el alemán, era tan bajito que tenía que subirse a una caja para trabajar en las maquinas. Junto a él estaban también su madre y sus hermanos supervivientes, puesto que perdió a dos durante el Holocausto.
Leyson tenía casi 10 años cuando Alemania invadió Polonia, en 1939. Seis meses después, él y su familia fueron enviados a un gueto de Cracovia. Sobrevivió a varios asesinatos masivos y, cuando las deportaciones se intensificaron, la intervención de Schindler le salvó de una muerte terrible y más que segura.
Aunque el maestro nunca quiso vivir su vida "a la sombra del Holocausto" y evitaba hablar de su niñez, el tremendo éxito de la cinta de Spielberg, ganadora de siete Oscars, le convirtió en una de las voces más activas a la hora de rememorar el Holocausto.
Cuestión de suerte
Por eso, en una entrevista concedida en 1994 a Los Angeles Times, explicó como, en una ocasión, las SS rodearon el gueto y él y varios muchachos se escondieron en el ático de un edificio cercano a su apartamento, donde la madre de Leyson consiguió reunirse con ellos. De esta forma, explicó como vivir o morir era, simplemente, una cuestión de suerte. "No tenía nada que ver con ser inteligente ni nada de eso", sentenció.
Tras emigrar a Estados Unidos y dar clase en el Instituto de Huntington Park durante 39 años, el superviviente más joven de La lista de Schindler deja una esposa, dos hijos, seis nietos, un hermano y una hermana. // 20 minutos (ES)
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