Lo imprescindible
Ha sido un año de gran cine: por su ambición y profundidad, y mal que les pese a muchos, El árbol de la vida merece ser finalista. Alegra la presencia de Medianoche en París: un esperanzador y divertido latido en la que parecía moribunda carrera de Woody Allen. Moneyball es dueña de un emocionante y bien construido guión. Y Los descendientes es una película divertida y amarga, de las que valen la pena. Luego, claro, Nader y Simin, una separación: la mejor película extranjera del año y, quizá, lo mejor de todo 2011.
No se dejen engañar
Lo siento: no soy uno de los muchos fanáticos de The Artist. Es bonita, la música es deliciosa y los actores son muy simpáticos... ¿Pero tiene algo original? ¿No es, a la postre, un simple ejercicio de estilo con el objetivo de agradar a todos y recoger muchos premios? Respecto a Criadas y señoras, decir que es correcta, pero demasiado parecida a un telefilme.
A la espera
Y luego, claro, están las que aún no hemos podido ver. A la cabeza, La invención de Hugo: dicen que lo último de Scorsese es una maravilla, y conociendo su talento cabe esperar un fascinante y espectacular relato. También está War Horse, que ilusiona un poco menos: cuando Spielberg habla de guerra, emociones y caballos, todo adquiere un tufillo a lágrimas facilonas. Y por último, Tan fuerte, tan cerca: desconfíen de un drama que reúne a Tom Hanks y Sandra Bullock en el reparto.// 20minutos.es
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