Anarquista declarado, excéntrico, de actitud misantrópica y aspecto inconfundible (gran melena, espesa barba, bolsas en los ojos, mirada a veces psicótica...). Así es Alan Moore, uno de los guionistas de cómic más reputados de la historia y autor de algunas obras que ya se han convertido en grandes iconos culturales.
Moore es el padre del revolucionario Watchmen, de la historia de Jack el Destripador narrada en From Hell, de una brillante etapa al frente de la colección de La cosa del pantano, de La Liga de los Hombres Extraordinarios (mancillada en la gran pantalla como muchas otras de sus obras), de Batman: La broma asesina (una de las mejores historias del Hombre Murciélago)... y de V de Vendetta, quizás su cómic más de actualidad en los últimos años gracias a un factor externo: el grupo hacktivista Anonymous y el uso de las máscaras de Guy Fawkes.
Guy Fawkes es un personaje histórico de la Inglaterra de principios del siglo XVII famoso por planear la llamada 'Conspiración de la pólvora', que tenía como objetivo volar el Parlamento británico el 5 de noviembre de 1605. La historia del conspirador inspiró a Alan Moore y David Lloyd para crear la novela gráfica V de Vendetta, en la que el protagonista llevaba una máscara de Fawkes. Después, el símbolo se hizo aún más popular cuando se convirtió en película. Posteriormente Anonymous hizo suyo este símbolo de rebeldía.
Ahora, Moore se ha decidido a hablar sobre lo que para él significa la popularización de estas máscaras. "Supongo que cuando estaba escribiendo V de Vendetta, en lo más profundo de mi corazón pensaba: "¿no sería estupendo que esas ideas realmente tuvieran impacto?". Así que cuando empiezas a ver que esa fantasía se introduce en el mundo real… Es curioso. Siento como si un personaje que creé hace 30 años de algún modo escapase del reino de la ficción".
"Esa sonrisa es tan inconfundible... Intenté usar su naturaleza críptica para crear un efecto dramático. Podríamos mostrar una ilustración del personaje ahí de pie, en silencio y con una expresión que podría ser tanto agradable como despreocupada o incluso siniestra", exlica Moore, quien valora además el hecho de que el uso de la máscara se haya vinculado al lema "somos el 99%". "Cuando tienes un mar de máscaras de V, supongo que eso hace que los manifestantes parezcan casi un organismo único, ese 99% del que tanto oímos hablar. En sí mismo es formidable. Puedo entender por qué los manifestantes adoptaron la máscara como su símbolo", comenta el guionista.
En cuanto a la irónica circunstancia de que Time Warner esté haciendo dinero con la venta de máscaras de Guy Fawkes, Alan Moore también tiene algunas palabras: "Encuentro cómico ver a Time Warner intentando andar por esta cuerda floja. Es un poco bochornoso ser una corporación que obtiene ganancias a partir de protestas anti-corporaciones. No es un asunto con el que ellos quieren estar relacionados. Pero lo cierto es que no les gusta perder dinero: va contra su instinto… Lo encuentro más divertido que molesto".
Moore también señala una interesante coincidencia entre su cómic y la realidad actual. El triunfo de V en su historia se debe a que el personaje es capaz de hackear la red informática sobre la que descansa la mayor parte del poder del Estado. En 1981 no parecía una idea demasiado realista pero ahora, "han pasado 30 años y te encuentras viviéndolo".// 20minutos.es
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