Juego de tronos triunfó anoche en la 67 edición de los premios
Emmy como mejor serie dramática de televisión, en tanto que Veep hizo lo mismo
en la categoría de mejor comedia.
La ceremonia dejó también para el recuerdo los históricos
triunfos de Jon Hamm y Viola Davis como mejores actores dramáticos.
La victoria de Veep pone fin al reinado de Modern Family, que
se impuso en las pasadas cinco ediciones, según informó EFE.
Por
su parte, Hamm (Mad Men) se alzó por fin con la estatuilla después de ocho
nominaciones consecutivas.
Además, Davis (How to Get Away With Murder) se convirtió en la
primera afroamericana que gana el Emmy en esa categoría.
“Lo único que separa a las mujeres negras de las demás son las
oportunidades”, destacó. “No puedes ganar un Emmy por papeles que, simplemente,
no existen”, añadió la actriz.
Juego de tronos también se llevó los premios al mejor actor de
reparto, para Peter Dinklage —en la que es su segunda victoria luego de cinco
nominaciones seguidas—, así como los de mejor dirección (David Nutter) y mejor
guión (David Benioff y DB Weiss) en la rama dramática.
“No he preparado nada, incluso estaba masticando chicle”,
confesó Dinklage, quien se mostraba realmente asombrado.
El
galardón de mejor actriz secundaria fue para Uzo Aduba (Orange is the New
Black), en su segunda victoria seguida. Entre lágrimas y completamente
emocionada, Aduba indicó: “Quiero dar las gracias mil veces”.
El premio de mejor comedia fue entregado por el veterano Mel
Brooks, en tanto que el de drama llegó de manos del comediante Tracy Morgan,
recuperado después de un accidente de tráfico que puso en peligro su vida.
Basada en los libros escritos por George R.R. Martin, Juego de
tronos es un drama que se desarrolla en Westeros, un continente de fantasía
donde ambiciosos hombres y mujeres, honorables y de mala reputación, enfrentan
veranos e inviernos que pueden durar años. A pesar de la fantasía, todos se
mueven por ambiciones y deseos muy humanos, y tanto reyes como reinas,
caballeros y rebeldes, hombres nobles y farsantes, se disputan el poder.
Muy cerca de la Casa Blanca, Veep mete al público de lleno en
la vida de Selina Meyer (Julia Louis-Dreyfus, la inolvidable Elaine Benes de
Seinfeld), una senadora que acepta el cargo de vicepresidenta de los EEUU solo
para descubrir que el puesto no es ni mucho menos lo que ella pensaba.// La
Razón.com
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