Crítica de cine: "John Carter", unos actores inconsistentes para una apuesta enorme

Una historia futurista de guerras intergalácticas con héroes, malos, extraterrestres, princesas y todo lo necesario. Todo eso está en "John Carter", lo que no impide que el resultado final sea un tanto insulso, especialmente por la falta de carisma de sus protagonistas.

Tras deslumbrar en la animación con "Wall-E" o "Finding Nemo", Andrew Stanton ha buscado un golpe de efecto con la adaptación de un clásico de Edgar Rice Burroughs -autor de "Tarzán"- en una producción que llega a los cines de todo el mundo precedida por rumores sobre su altísimo coste.

Películas de cinePero pese a que el 3D está muy logrado, que los escenarios son atractivos y que los extraterrestres son de lo más aparente, el encanto de esta película está a años luz de la primitiva trilogía de "Star Wars".

Los actores, tan desconocidos como lo eran entonces Mark Hamil, Harrison Ford o Carrie Fischer, pero con mucho menos de su carisma.

Para "John Carter", los elegidos han sido Taylor Kitsch y Lynn Collins, dos intérpretes que ni se creen ni hacen creer sus personajes.

Ni siquiera el parecido de Collins con Megan Fox aporta un poco de atractivo a una pareja protagonista que no sabe qué hacer con las espadas y mucho menos con las palabras.

Así que, al final, lo mejor son los efectos visuales y los extraterrestres con pinta de dibujos animados, un mundo en el que Stanton se mueve con mucha más soltura.

Elementos de una aventura que salta del Nueva York del siglo XIX a un planeta Marte en un momento indeterminado del futuro en el que se desarrollan guerras entre diferentes tribus por el poder absoluto.

John Carter salta de un mundo a otro sin despeinarse y sin jet lag ni nada que se le aparezca y se acostumbra a las naves espaciales con una facilidad inaudita, al igual que a unos Tars Tarkas que le sacan la cabeza y le duplican en manos, por no mencionar que son verdes.

Pero parece que la coherencia no es lo principal en esta historia, que sólo busca la espectacularidad sin importarle si resulta creíble tan siquiera para los actores.

Con una duración superior a dos horas, "John Carter" se queda a medio camino de muchas cosas, sin llegar a concretarse en casi nada.// Jornada Net

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